9 de enero de 2020 en un planeta lejano. Mi Millennium Falcon sigue su curso, y luego de una semana en Miami y otra en Orlando se encuentra sobrevolando una piscina con agua calentita, buen vino sauvignon blanc al costado, ensaladas, hamburguers y donaughts. Y coca light, claro, ya saben por quien. Ahora suena La Bicicleta de Carlos Vives y Shakira en un reproductor de 10 dólares que suena bárbaro!

Ah, el título. Que es eso? Simple: Even in your darkest hour I will not abandon you. Algo que en algún momento alguien me dijo y aún lo cumple, y yo trato de cumplir con quienes quiero (de verdad). Llévame, llévame en tu bicicleta….

Mi nieto se recalienta cuando le digo Más que un club, una Familia (el eslogan del Náutico que amo), pero es que en el fondo solo somos eso, una familia. Para bien o para mal, eso somos, así que hagámosla brillar, porque si brilla nuestra familia, brillamos todos.

2020 y la vuelta a escribir, con la familia entera, con todos los pichones en la vuelta, que grande! Y 115 años del viejo y querido Central, como decía mi viejo Central viejo y peludo nomá. Nunca nadie entenderá que significa, pero que bien se siente gritarlo. Es como Uruguay nomá, es algo que sale de lo hondo. Cuan hondo? Bueno, en fin, no me presiones tanto. Todos tenemos un pozo, de donde salen todas esa cosas, y también un corazón enorme, de donde sale el título de este mensaje, porque quien no te abandona, ni en tu hora más oscura, merece todo tu cariño, tu amor, tu agradecimiento.

Ahora suena, voy a reir, voy a bailar, vivir mi vida la la la la. Por algo será…. Voy a gozar….