
Hoy de mañana salí a caminar. Desde Rivera y Soca hasta el Museo Oceanográfico.
10 kilómetros ida y vuelta. Volviendo decidí entrar en el muelle frente a la Aduana de Oribe. Hoy había pocos pescadores. Como en esta época, poca pesca. Fuí hasta el faro de la punta y estando allí tomé estas fotos. De golpe se me vino una imagen del pasado. Es que mil veces fui a pescar al muelle del otro lado, el que está en el Yacht Club Uruguayo. Hoy caminando por este otro muelle vi a una pareja pescando, el con su reel y ella con un aparejo. Fue como boom! Se me vino todo el pasado encima.
Me acordé de los aparejos con los que supe pescar, hechos con una lata de aceite de auto, con un pedazo de palo de escoba clavado dentro para poder agarrarlo con la mano y la tanza arrollada fuera con la plomada y los anzuelos. Si habré pescado roncaderas y burriquetas con ese aparejo. Hoy me acordaba que mi viejo, quien me enseñó el estilo de los aparejos, los hacía con chaura, seguramente porque no se conseguía tanza en esa época.
De inmediato me vino otra ola del pasado. Es que en aquella época, todo lo hacíamos nosotros. Los aparejos y todo lo demás. Por ejemplo, las chatas y las ballestas.
Que cosa linda tirarse en la chata del repecho de Luis Lamas y Marco Bruto hacia Larrañaga (hoy Luis Alberto de Herrera). La chata era simple, una base de madera con dos ejes (listones de madera con rulemanes en las puntas). Los rulemanes los conseguíamos en los garages del barrio, principalmente en el de 26 de marzo entre Larrañaga y Marco Bruto (del padre del ex Sub-Secretario de Salud Pública). Una cuerda atada a las puntas del eje delantero nos permitía maniobrar hasta cierto punto. Divino!
Era tan divino hacer las chata como tirarse, una vez tras otra, mejorando la técnica y aprendiendo a dominar la cuerda para poder doblar….
Finalmente las ballestas. Todo un arte. Una T de madera, con una goma en ambas puntas. Detrás, una pequeña madera con un clavo y un corcho, oficiando de gatillo, para poder tirar coquitos y piedras con poca precisión pero con gran fuerza.
Como no quiero hacer apología del delito, no subiré planos de como confeccionar las ballestas (si podría hacerlo para los aparejos que siguen siendo un gran elemento de pesca), pero lo que me dí cuenta hoy es que en esa época, todo lo hacíamos nosotros. Los aparejos, las chatas, las hondas y las ballestas. Eso fue lo que hoy me di cuenta. Ahora todo viene hecho y se compra. En nuestra época, sin celulares ni Internet, ni dinero, todo lo hacíamos nosotros. Y parte del disfrute era hacerlo. Ir a conseguir rulemanes, a comprar la goma o la tanza a la ferretería de Rivera y Marco Bruto, y a veces algunos clavos. Por supuesto que las plomadas si no conseguíamos plomo para hacerlas nosotros, que era lo más lindo. Un caño viejo, una cuchara y a prender la hornalla.
Que otras cosas hacías vos? Apagá el teléfono. Frená esos pensamientos. Te acordás? Que otras cosas inventabas para pasar las tardes?
Yo además de eso, cortaba higos de la higuera y los tiraba a lo del vecino, y tenía una catapulta (hecha por mi obvio) para tirar cosas al aire. Pero que hacías vos? Te acordás?
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