A fin de año se hacen planes y promesas. Este año no las hice, pero un par de días después, en la madrugada del 3 de enero para ser más específico, me propuse escribir más seguido. Claro que iba a poner escribir todos los días, algo parecido a bajar veinte quilos, pero al momento de ponerlo blanco sobre negro preferí ser más realista y ponerme a escribir, más pero como salga, vio?
Para los historiadores que algún día puedan ver eso, lo de que en 2020 sigue todo igual es posta así. Todos seguimos medio locos, deambulando por el mundo buscando lo que ya tenemos dentro, enamorándonos, comprando, puteando y algunos haciendo aún cosas peores. Eso si, en Uruguay cambió el viento y aunque por poco, la gente (pueblo) decidió cambiar de gobierno y darle una oportunidad a la oposición, liderada por un gran tipo como Luis Lacalle Pou, junto a un gran equipo. Después veremos, todo depende de como caigan los dados, pero a priori hay expectativa y buen ánimo (y además me dijeron que los dados vienen bien, no digan nada). Ojalá quienes no están cómodos con el cambio hagan un esfuerzo en remar aunque no guste (créanme, sé de eso). Creo que todos hemos perdido muchas más que las que hemos ganado, así que es bueno siempre recordar de donde venimos, y aún más, hacia donde vamos. Y si no tenés ni la más puta idea, te vuelvo a repetir algo que ya deslicé sutilmente unas lineas más arriba: lo que buscamos ya está en nosotros. Tampoco es para que tires todo a la mierda, sino más bien para parar un segundo, respirar hondo, ver una vez más que estás vivo, volver a respirar y entender que nos han regalado esto que tenemos, no hicimos nada para estar acá. Estamos de vacaciones, y entonces en vez de querer cambiar el hotel y la ciudad del paseo, pensar un poco más en disfrutar y pasarla bien, y tirarle buena onda a las vecinas, sobre todo eso.
Cierro hoy por acá. Es bastante. Sé que dejé el pincel mojado, sin terminar, pero siempre se trata de eso, de dejar salir la pasión que encerramos, para que se exprese y nos ponga una sonrisa en la cara, o una lágrima, o lo que sea, pero que salga. Somos esos minutos en que nos permitimos ser, el resto, somos esa cosa rara que pensamos que los demás quieren que seamos.
Buen año, que se resume en buen hoy, multiplicado por un montón de días preciosos por venir.
Bien, Juan. Y bien Juan!