No se vos, pero gran parte de mi “trabajo” es responder y enviar emails. Los hay breves, eternos, al punto, inentendibles, amables, agresivos, odiosos y también hay emails en blanco.

Pues bien, hoy me propongo parar el tiempo quince minutos, y completar una tarea importante que me pidieron. Escribir una carta a mi escritor interior. Claro que no voy a escribir una carta. No me entiendo la letra. No tengo sobres, y además sería absurdo tener que ir al correo a entregarla y pagar para que algún día alguien la tirara por debajo de mi puerta. Por lo tanto he decidido enviarme un email.

Sé que el título es marketinero. Pero me parece adecuado a la consigna y también un buen título para fin de año, donde nadie me va a prestar atención si le pongo Carta a mi escritor interior.

Así que sin más preámbulo, aquí van las siete razones para escribirse a uno mismo:

1 – Es importante poder sacar lo que uno tiene dentro. No importa si son ideas de negocios, poemas de amor, personajes que imaginamos para un cuento, o agendar la fecha de vencimiento de la contribución inmobiliaria. Nos liberan enormemente y ahorran espacio en nuestra memoria. Y antes que enviarle estas ideas a nadie, siempre es bueno enviárselas a uno mismo. Sobre todo porque la inmensa mayoría son solo deshechos que necesitamos sacar de ahí, no son realmente para compartir con nadie.

2 – Si bien muchas veces somos duros con nosotros mismos, también nos damos para adelante sin límite. Entonces, en vez de esperar en vano recibir un piropo, un alago o una felicitación, escribite un Te Quiero en el día de hoy de tu agenda. Además es gratis.

3 – Si te gusta la escritura, como a mí, sentate en la compu o agarrá una hoja en blanco y empezá a escribir. No para él, ni para ella, ni para contar aquello. Solo dejar salir lo que viene, que seguramente es para ti. Después verás si es algo para otros, pero solo después de haberlo escrito, leído y corregido varias veces.

4 – Hoy de noche se reúnen tus amigos, y tenés miedo que se arme lío en tu casa para poder ir. Mandate un email con una cuenta trucha de gmail con alguna excusa. Puede ser un amigo triste, una enfermedad, cualquier cosa. Esta razón debería estar más arriba en la lista, pero esta lista realmente no tiene un orden en especial.

5 – Seamos francos: quien te va a escribir? Así que escribite a vos, y aprovechá en lo que escribís para criticar bastante a esos que no te escriben.

6 – Estás perdidamente enamorada de ese compañero en la oficina que ni siquiera sabe tu nombre. Buscá alguna de las cosas que has escrito, de las que se pueden mostrar, y envíale un email adjuntándoselo. Luego vas a verlo y le pedís disculpas, decile que ese email fue a él por error. Y ahí tenés la chance de que sepa tu nombre y de conversar de lo que quieras con él.

7 – Si ninguna de las razones anteriores te pareció válida, es porque vos definitivamente sos alguien muy especial. Entonces, hacenos el favor y escribí las siete razones por las que sos alguien tan increíble, y subila a facebook para que todos podamos admirarte

Para terminar, no dejo de sorprenderme con lo que me produce escribir. De estar frío y sin ideas, el solo exponerme a tener que hacerlo, hace que salgan todas estas cosas. Y como las escribo para mi, y solo para mí, no me preocupa demasiado si tienen sentido o no. Las disfruto y me sorprenden. Y si no, las borro o las tiro y listo.

Para 2016 no me voy a comprometer a bajar diez quilos en un mes, aunque no me vendría mal. Pero si voy a escribir algo cada semana.

Si al final del año próximo, logro avanzar y cumplir ese objetivo, voy a escribir otras tres razones para escribirse a uno mismo, porque el título original eran diez, pero lo llevé a siete porque tenía que salir.